El insomnio es uno de los trastornos más comunes del sueño. Las personas que lo sufren tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño, o si esto se consigue, la calidad del sueño no es la adecuada para restaurar la energía y poder tener un estado de vigilia óptimo. Este trastorno afecta en mayor medida a la población adulta. Se estima que entre un 10% o 15% de la población padece insomnio crónico, y entre un 25 y un 35% lo han sufrido de manera ocasional o transitoria.

Este problema afecta tanto mental como físicamente, provocando una disminución en la calidad de vida, además de aumentar la probabilidad de padecer alguna enfermedad crónica.  Dormir bien es una de las necesidades básicas de mayor importancia, necesitamos dormir para poder estar despiertos. Dormir es un proceso activo, es la forma en la que nuestro sistema se recupera y equilibra. Conciliar y tener una buena calidad de sueño mejora nuestra concentración, nos hace ser mentalmente más resistentes y ágiles y aumenta el deseo sexual.

Los seres humanos estamos biológicamente preparados para mantenernos activos durante el día y dormir durante la noche. Ahora bien, los cambios que se producen en el mundo moderno (ritmos acelerados, pantallas, estrés, luces artificiales) pueden alterar estos comportamientos naturales.

Desde la osteopatía se trabaja el trastorno del sueño tomando en cuenta la particularidad de cada persona. Aunque se puede hablar de ciertos problemas generales. El principal está vinculado al estrés, que, afectando al cuerpo, puede modificar la regulación eficiente de los procesos vinculados con el sueño.

La osteopatía es el arte de tratar con las manos las pérdidas de movilidad del cuerpo en su totalidad, no solamente se centra en curar los problemas de esqueleto, sino que el osteópata trata el cuerpo globalmente. La parte psíquica y física están profundamente ligadas, nuestro cuerpo y nuestra postura hablan sobre la emoción. Es evidente que la osteopatía no puede eliminar los factores que han producido esa emoción, pero sí los efectos físicos que de ella se derivan, con el objetivo de recobrar el equilibrio y el buen estado de salud. Esto se hace liberando los obstáculos que tiene el cuerpo. La osteopatía es movimiento, y el movimiento es vida.

La osteopatía craneal es un método natural y eficaz para tratar los trastornos del sueño en personas de todas las edades. Esta práctica permite percibir al osteópata un sutil movimiento, conocido como Movimiento Respiratorio Primario (MPR). De manera que, armonizando este movimiento a nivel de la cabeza y el eje craneosacral del paciente, se consigue un equilibrio que posibilita la regulación del sueño.

La osteopatía sacro-craneal busca mantener en equilibrio el medio en el que funciona el sistema nervioso central, el cual es clave para regular los ciclos de sueño. Como hemos visto, el insomnio está relacionado directamente a la ansiedad y el estrés, por lo que estas técnicas manuales, que actúan aliviando la tensión de los tejidos resultan muy adecuadas. Reestableciendo así la armonía del sistema corporal el cuerpo consigue una potencia vital que se refleja en el bienestar y el ánimo del paciente.